Estarías orgulloso de mí, me digo.
Me he comprado una planta.
Me roba el oxígeno, dicen.
Pero me sobra.
Ya no me besas.
He puesto mi vida en orden, empezando por la habitación.
He cambiado los muebles de sitio, y esta mañana no sabía dónde despertaba.
He quitado tus fotos, pero soy incapaz de pasar un día entero sin observarlas.
He intentado desaparecer, codos en la mesa, cafeína y apuntes.
Tengo perchas nuevas, sueño con algo que siga el mismo funcionamiento, que me sujete firmemente de los hombros y no me deje caer nunca más al suelo del baño entre lágrimas.
He esperado como una niña tus palabras, esos mensajes insistiendo en que todo esto acabe. Vamos a olvidarnos del dolor, vamos a dejar de hacernos daño.
No hace ni una semana, me retumba en los oídos.
"Te quiero. Te echo de menos. Se hace duro sin ti."
Te he querido tanto...
No hay comentarios:
Publicar un comentario