22/5/17

Lo único que oigo estos días es que todo se pasa, que no hay nada tan grave, que nadie se muere de amor en los tiempos que corren. Cierro los ojos, me niego a creerles, trato de no insultarles, no saben de lo que hablan, no han pasado conmigo las noches en trance.

Estarías orgulloso de mí, me digo.
Me he comprado una planta.
Me roba el oxígeno, dicen.
Pero me sobra.
Ya no me besas.
He puesto mi vida en orden, empezando por la habitación.
He cambiado los muebles de sitio, y esta mañana no sabía dónde despertaba.
He quitado tus fotos, pero soy incapaz de pasar un día entero sin observarlas.
He intentado desaparecer, codos en la mesa, cafeína y apuntes.
Tengo perchas nuevas, sueño con algo que siga el mismo funcionamiento, que me sujete firmemente de los hombros y no me deje caer nunca más al suelo del baño entre lágrimas.

He esperado como una niña tus palabras, esos mensajes insistiendo en que todo esto acabe. Vamos a olvidarnos del dolor, vamos a dejar de hacernos daño.
No hace ni una semana, me retumba en los oídos.

"Te quiero. Te echo de menos. Se hace duro sin ti."


Te he querido tanto...

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